jueves, 26 de febrero de 2009

SOBRE EL AMOR Y EL SUFRIMIENTO


El conflicto nace fundamentalmente por dos causas, la primera de ellas es la imagen y la segunda la comparación. En el caso de la imagen es la idea que hemos desarrollado de nosotros mismos y como nos vemos. También tenemos imágenes de los demás. Estas imágenes están en el mundo del pensamiento por tanto son incompletas, el pensamiento depende del conocimiento y no podemos saber todo, así que es subjetivo, siendolo también las imagenes que producimos. Las imágenes son fabricadas según el país al que pertenecemos, nuestro sufrimiento y experiencia, es decir nuestro devenir o conocimiento. Entonces pensamos en base al conocimiento. Solo podemos pensar con los parametros conocidos. Como hemos sacralizado el pensamiento y al pensador como los estandartes de nuestra cultura entonces la imagen que nos produce las consideramos fruto de la razón y las aceptamos como verdad. Sin embargo no tomamos en cuenta que estamos presos del pensamiento y por ende la imagen solo es una una idea.

Nosotros vemos con el pensamiento, nos apartamos del mundo para observar, considerando que nuestro pensamiento puede decodificar todo. Sin embargo al ser este fruto del pasado, vivencias y sufrimiento, esta limitado por esto. Entonces el pensamiento corresponde al mundo de lo que conocemos o hemos vivenciado, sin embargo nos consideramos en capacidad de formar imágenes y decodificar todo en base a esto. Interpretamos con el pasado, lo que esta sucediendo en el presente, es un mecanismo del pensamiento en el cual creemos ciegamente. No estamos intentando comprender sino clasificar y formar imágenes, no nos consideramos parte del todo y por ende codificamos en imágenes lo que percibimos, sin comprender realmente desde la inteligencia o el corazón. Y poder ver los fenomenos presentes con libertad e inteligencia.

Entonces que pasa con el conflicto, es simplemente cuando algo o alguien ataca esta imagen que nosotros consideramos cierta. En el caso de los seres “amados” esta imagen la tomamos como segura pues nuestro pensamiento nos ha dado pautas para amar. Si algo o alguien contradicen esta imagen sufriremos intensamente, nos sentiremos traicionados y manipulados para fabricar esa imagen, que al final solo fue fruto de nuestra propia idea y necesidad de seguridad. El asunto es que no vemos que el amor no puede partir del pensamiento sino de la compasión que es la comprensión. Entonces no hemos traducido el amor como comprensión y compasión sino amamos la imagen, lo que hemos aprendido a ver en el otro o hemos recreado de el, no lo amamos solo nos da placer en cuanto coincida con nuestra imagen, entonces ese tipo de “amor” se convierte en un acto egoísta sin trascendencia. Si amaramos realmente sin la imagen, con el corazón y sin el pensamiento, comprendiendo al otro y con compasión, entonces no sufriríamos pues no necesitaríamos que los demás correspondan a nuestras ideas, tampoco no nos sentiríamos heridos, pues las heridas del otro, son porque hiere nuestra imagen o el concepto que tenemos de nosotros mismos. Tampoco caeríamos en la comparación que muchas veces nos duele pues al carecer de imagen no habría que comparar.

Para comprender realmente no podemos estar presos del pensamiento y de la imagen. Tenemos que lograr vaciar la mente de códigos inscritos en toda nuestra existencia, por libros, maestros, religiosidad y tranquilizar la mente. Solo así podemos obtener algo de vacuidad o vacío para llenarlo de amor y comprensión. El asunto es lograr mirar con la compresión y por ende la compasión y amar realmente. Sino no hemos comprendido ha alguien no lo estamos amando, solo lo estamos idealizando con la imagen y comparándolo, estamos dándole placer a nuestro ego de reforzar nuestras ideas y conceptos pero no amamos, solo nos satisfacemos.

2 comentarios:

quirquinchita dijo...

Tienes mucha raozn en lo que escribes.
Saludos

L. Valencia dijo...

He caído por aquí por casualidad y me ha llamado mucho la atención este artículo. Una perspectiva clara y bien argumentada. Me ha abierto los ojos.